Este lunes 6 de agosto entré a la escuela, no fue tan desastroso como temía ni tan grandioso como esperaba.
Fue una sensación extraña, entre la repulsión de estar con la misma maestra la mitad del día, la alegría —después convertida en horror— de enterarme que no llevaré Cálculo y el dividido sentimiento de ver de nuevo tantas caras conocidas. En estos instantes todavía no lo digiero, de hecho tenía planeado escribir esto cuando todo el revoltijo de pensamientos en mi cabeza se acomodaran, o al menos aferrarme a alguno lo suficientemente sólido como para ser escrito, pero no ha sucedido y me temo que tendré que divagar... ya que no puedo prolongar más esto de escribir aquí, más por un relativo sentido de obligación de hacerlo que por daros a conocer los detalles de estos días.
Pues bien, debo principar diciendo que nunca he sido un fanático o un entusiasta de la escuela, creo que le perdí el pequeño aprecio que le tenía al entrar a la secundaria, época confusa, amarga, torturante, cansada... Siempre me ha ido bien en los estudios por alguna misteriosa razón, muchos de mis compañeros piensan que soy una especie de genio que no necesita estudiar o un "matado" que se la pasa encerrado en su habitación leyendo y releyendo los textos escolares... me siento obligado a confesar que realmente espero que la razón de mi buena fortuna sea la primera, a pesar de que se me ha sido refutada en varias ocasiones.
Este hecho de no disfrutar la escuela, ha tenido la consecuencia de que cada vez que entro de vacaciones, me sienta mal... nervioso, irritado, vacilante, preocupado... sentimientos que con cada ciclo escolar desde la secundaria se van intensificando cada vez más.
Entré a este semestre totalmente inmerso en un mar de dudas, conciente de que es mi último año ahí, de que lo que sigue es la universidad, elección de carrera, en fin... y cabe mencionar aquí que el ya haber entrado no alivio ni hizo menos cómodos o al menos nubló un poco todas esas ideas, certezas y dudas; al contrario, están más presentes que nunca, con los discursitos "motivadores" del director y sub-director, la revelación de preocupantes trozos de información por parte de los profesores, y una pregunta que nunca he respondido satisfactoriamente —o tan satisfactoriamente como yo desearía—.
Etto, las clases... empezando por lo suave: Biología, no creo que represente un gran obstáculo o que sea díficil, siempre me ha gustado.
Historia Universal Contemporánea, nunca he tragado la Historia, con sus fechas, nombres, lugares, sucesos, etc., no, no... m epone verdaderamente mal.
Dibujo, Taller de Dibujo y Planos, Taller de Síntesis Gráfica, Historia del Arte, todas parte de la Capacitación que escogí tan a la ligera (Dibujo Arquitectónico y de Construcción), en estas clases radica el que pasaré la mitad del día escolar con la misma maestra, oh gran desgracia.
Etimologías, sería interesante sino fuera impartida por ese profesor, sencillo, me cae mal, me chocan sus ideas...
Ciencias de la comunicación, le veo atractivo (en serio), le veo difícil, no soy exactamente el tipo de persona comunicativa, pero soy el tipo de persona que le gustaría ser comunicativa, expresiva. Quizá eso no tenga nada que ver, pero es una especie de prejuicio que tendrá que ser vencido o un obstáculo que igualmente merece serlo.
Acción social, nah, odio la sociedad....
Esto ha sido lo referente a lo académico, quedan cosas en el tintero (o en este caso, como me gusta llamarlo, en el limbo entre la mente, el teclado y la pantalla). Tal vez en un futuro post hable sobre mis compañeros.. quien sabe...
He soltado tremendo ladrillo, lo sé, me extendí groseramente. Aquí un video para aligerar todo:
De el regreso a clases.
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1 comentarios:
Por fin explicaste por que habia sido todo raro xD hahaha.. que raro :S
El video de la ardilla es muy gracioso xDD y raro :S
que post mas raro...
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